Rutas de Áticos

La temporada toca a su fin y como es tradición, lo hemos puesto todo para lograr rematarla de la mejor manera posible, dígase, con nuestras excepcionales Rutas de Áticos, uno de los copyright de lujo que hace de éste tipo de visitas un evento exclusivo y único en Madrid, y si no que se lo digan a las 30 personas que nos han acompañado estos días.

Uno, dos y hasta seis Áticos distintos hemos podido visitar para contemplar la ciudad desde una perspectiva difícilmente superable, porque cada uno de ellos nos ha proporcionado una visión tan distinta como alucinante de todos los alrededores.

Y si hay que subir a los más exclusivos…pues también lo hacemos, porque la terraza del Hotel Four Seasons se rindió a nuestra presencia para brindarnos momentos únicos que sin lugar a dudas todos agradecimos.

Pero será por Áticos…más de 40 contemplan Gran Vía y alrededores y todos ellos nos brindan la ocasión de disfrutar de lugares exclusivos desde donde apreciar los mejores atardeceres de la ciudad y desde los que disfrutar de buena música y mejor ambiente.

Claro que si a todo eso le unes una buena explicación del entorno, de los edificios, de las estatuas celestes y de las anécdotas más curiosas que te puedas imaginar, estas rutas se convierten en gurus del ocio y del buen rollo, haciéndose un hueco dentro de las alternativas preferidas por mucha gente que aprecia el esfuerzo y las ganas que le ponemos.

Ahora nos toca descansar, coger fuerzas y preparar nuevos recorridos con los que intentar seguir sorprendiéndoos para conseguir que los madrileños seamos los mayores fans de nuestra propia ciudad.

Nos vemos en septiembre, al dar comienzo la que será nuestra 12ª Temporada…ahí es ná.

Ruta 2.0 – Entre rosas y goyescas

Al igual que la vida avanza, también tiene que avanzar el concepto de nuestros recorridos, tienen que aportar cada vez más valor, ser más atrayentes, y eso es lo que estamos logrando conseguir con nuestras Rutas 2.0.

Estas Rutas exceden el concepto tradicional de lo que se entiende por un recorrido típico por el centro de la ciudad, es una perfecta evolución hacia el conocimiento de lugares e historias que van entrelazadas entre ellas y que permiten conocer bastantes sitios muy interesantes en una sola mañana.

Pero no solo eso, si no que permiten conocer detalladamente su historia de una manera tan agradable como real, aportando a los lugares un valor que en muchos casos se desconoce y que no permitían valorarlos en su justa medida.

Encima en un momento en el que la primavera nos sigue regalando instantáneas únicas, solo a la altura de esta estación que nos proporciona los mejores olores y colores de todo el año.

Y no solo eso, si no que también nos permite aprovechar el acceso a lugares muy poco habituales para compartirlos con las 22 personas que nos acompañaron y que sin lugar a dudas alucinaron con lo que pudieron ver y escuchar.

Si encima terminamos el día disfrutando de algunos de los frescos más icónicos de Madrid, de sus orígenes y de cada uno de los detalles que permiten comprobar el incalculable valor que tienen, sin lugar a dudas se convierte en una mañana para el recuerdo.

Lujazo de ruta que nos marcamos y que la gente supo apreciar en su justa medida y consiguiendo trasladarles nuestras ganas de agradar y de compartir aquellas cosas que sabemos y que nos gusta comunicar.