Hola chic@ssssss, la verdad es que no paramos de sorprendernos al conocer los grandes inventores de este país que han sido verdaderos talentos y cuyo reconocimiento ha sido ínfimo…
Hoy os queremos presentar a la mujer que en 1949 fue la precursora de lo que hoy conocemos como ebook, la persona que creó la primera enciclopedia electrónica, hablamos de Ángela Ruiz Robles.
Más conocida en su tierra como ‘doña Angelita’, fue una maestra e inventora nacida el 28 de marzo de 1895 en Villamanín, provincia de León, que pasó la mayor parte de su vida en Ferrol (Galicia) dedicándose a la docencia y que llegó a fundar su propia escuela.
Ángela se convirtió en una maestra de gran valía que impartió clases en distintas escuelas e incluso en algunas de ellas llegó a ser su directora. También crearía su propia academia para adultos en la que impartiría ella misma clases para opositores.
Además de su faceta como docente, Ángela, un espíritu incansable, llegó a escribir dieciséis libros versados en gramática, ortografía y taquigrafía y dio conferencias sobre dichos temas.
Mientras Ángela dedicaba su vida a la enseñanza, su mente fue gestando una idea genial. Observando a sus alumnos, cargados siempre de libros, y viendo la necesidad de impartir una educación que tendiera a adaptarse a los estudiantes, imaginó un artilugio que facilitara la lectura de libros.
La idea de doña Angelita se hizo realidad con un pesado artefacto construido a base de materiales rústicos de la época. Era solo un prototipo fabricado en Ferrol, pero ya le sirvió para recibir el reconocimiento por parte del Ministerio de Educación y le salieron pretendientes en Washington para construirlo en Estados Unidos, aunque Ángela Ruiz Robles estaba muy arraigada a Galicia y quería que su invento se llevara a cabo en su tierra.
El 7 de diciembre de 1949, presentó la patente del que sería el primer ‘e-book’ de la historia. La Enciclopedia Mecánica, un libro que funcionaba con un sistema mecánico de aire a presión, contenía unas piezas intercambiables que se colocaban “en perpendicular, facilitando la comodidad del lector, y evitando […] esfuerzos intelectuales y físicos”, según la descripción del invento.
Éste invento no recibió el interés ni de la comunidad científica ni de ninguna empresa susceptible de comercializarla.
Sin detenerse en su ímpetu creativo, Ángela patentaba el 10 de abril de 1962 lo que se conocería como su «enciclopedia mecánica».
Esta enciclopedia, de la que llegó a realizar un prototipo real en el parque de artillería del Ferrol, era un libro «ideovisual» interactivo, con luces, botones para escoger distintas opciones, sonido y múltiples contenidos opciones. Un artilugio que, salvando mucho las distancias, incorporaba las prestaciones que hoy día pueden tener los ebooks o las tabletas electrónicas.
Ella quería que su pesado artefacto se construyera en serie con materiales más ligeros fáciles de transportar en la mochila, pero la falta de capitales lo hicieron inviable.
Recibió importantes distinciones como la Cruz de Alfonso X El Sabio a su profesionalidad, la Medalla de Oro y un Diploma en la I Exposición Nacional de Inventores Españoles. Todo hacía presagiar que estábamos ante uno de los grandes inventos del siglo, pero no llegó a materializarse como ella quería.
Tras pasear la enciclopedia mecánica por las numerosas ferias de toda España, doña Angelita nunca consiguió la financiación adecuada para que su revolucionario invento llegara a todas las aulas del país.
Google celebró en marzo de 2016 el 121 aniversario del nacimiento de Ángela Ruiz Robles dedicándola uno de sus doodles, la leonesa inventora del libro mecánico.
La maestra leonesa también inventó un Atlas Científico gramatical, una suerte de «hipertexto» en el que podían consultarse datos culturales, geográficos, políticos, sociales o gastronómicos simplemente eligiendo un pueblo o ciudad de España. Unas características que recuerdan mucho al funcionamiento de la Wikipedia actual y que, de nuevo, demuestran la creatividad de una auténtica visionaria para la época en la que vivió.
El otro invento fue un método taquimecanográfico nuevo, que tenía como fin ayudar a escribir más rápido al mismo tiempo que facilitara el aprendizaje de los estudiantes.
Ángela Ruiz Robles fallecía el 27 de octubre de 1975. Pocas décadas después, el mundo no se sorprende al ver un dispositivo electrónico de pequeñas dimensiones y altas capacidades, muriendo ella prácticamente en el olvido, cuestión que parece increíble.