Así, como el que no quiere la cosa, hemos llegado al final de un nuevo año, que para unos habrá sido muy especial y para otros todo lo contrario, pero no deja de ser otro año vivido…que no es poco.
2022 está a punto de terminar y muchos de nosotr@s, al llegar éste momento, intentamos hacer balance de cómo ha ido, de las cosas que nos han pasado y de los retos que nos planteamos para el año que entra.
Siempre es sano ser consecuente con la realidad vivida, reconocer los errores e intentar mejorar el pasado, pero el futuro sigue siendo algo que está ahí para sorprendernos, para restar importancia a la planificación de la vida, ese golpe de aire que de un único soplido, nos hace cambiar la vida.
Y si lo pasado, pasado está, y el futuro es incontrolable, solo queda un camino, vivir y disfrutar del presente, siendo consciente de que vida solo hay una, que venimos para irnos y que se nos ha concedido a cada un@ de nosotr@s la oportunidad única de vivir.
Teniendo en cuenta esta reflexión, tengo por seguro que mis grandes deseos para estas fiestas y mis retos para el nuevo año son los siguientes:
- observar el cielo al despertar
- mirarme al espejo sin miedo a la vejez
- ser honrado conmigo mismo
- intentar aprender algo cada día
- sonreir mucho más
- disfrutar de los seres queridos
- huir del orgullo, la avaricia y la envidia
- ser honesto con los demás
- dar más tiempo al disfrute de las pequeñas cosas
- evitar juzgar a los demás
Y es que éste año, mi felicitación navideña a tod@s vosotr@s pasa por agradeceros el haber pasado un tiempo junt@s, por haber reído con complicidad, por haber compartido momentos sencillamente estupendos y por haberme hecho disfrutar con lo que hago, que es lo que reflejo.
Estos son mis mejores deseos para tod@s vosotr@s y si es posible, que algún sueño se cumpla en éste año 2023.
Un fuerte abrazo a tod@s.