Buenaaaasss a tod@s los fieles ruter@s de Mayrit,
Siguiendo con la serie sobre los reyes de España, hoy vamos a hablar de Felipe IV.
Dicen que tenía la cara de alelado, la mandíbula eminente y el belfo caído que Velázquez tanto retrató con piadosos y cortesanos pinceles.
Quevedo explicó ácidamente que Felipe IV era como los agujeros, «más grande cuanta más tierra le quitan».
Felipe IV fue lánguido en el trabajo, pero ardiente en los lances de Venus. Se calcula que a lo largo de su vida engendró treinta y siete hijos bastardos y once legítimos.
Fue hombre de gran cultura y mecenas de las artes; se le considera el mayor coleccionista de pinturas del siglo XVII. Reunió para los palacios de la Corona más de 800 cuadros de los más grandes pintores.
La crisis le alcanzó de lleno. Un ejemplo, el día de San Francisco le pusieron a la Infanta en la mesa un capón que mandó levantar porque hedía como perros muertos. Luego siguió un pollo de que gusta, sobre unas rebanadillas como torrijas, llenas de moscas y se enojó de suerte que por poco no da con todo en tierra.
El rey antes de morir dejó mandado que se dijesen 100.000 misas y por su alma las necesarias…