Por fin, dentro de muy poco tiempo cambiaremos de año y dará comienzo un 2021 lleno de esperanza y de resurgimiento en el que tod@s deseamos que las cosas vuelvan a su sitio.
Y es que si todos los años por estas fechas intentamos hacer balance y dar carpetazo a un año, a éste lo queremos meter dentro de la «Caja de Pandora», tirar la llave al fondo del mar y que allí quede encerrado toda la eternidad.
Fijaos que el cambio de año se traduce en el cambio de un día a otro, pero es inevitable no pensar en que ese simple cambio de día resultará beneficiosos para tod@s nosotr@s, creando un halo de esperanza que nos regenera y nos carga de energía positiva.
Pero me niego a cerrar ésta pagina tan importante de nuestras vidas sin hacer ese balance, porque 2020, además de traernos dolor, rabia, desconsuelo, impotencia, pobreza…, también nos ha traído cosas insospechadas hasta ahora, como el valorar justamente las pequeñas cosas, el descubrir lo frágiles que somos, el conocer nuestra fuerza para adaptarnos al medio o el cómo afrontar nuevos miedos.
Quizás que de éste año sea del que más tengamos que aprender y el que más tengamos que tener presente, porque sin duda ha sido un año que ha hecho cambiar la vida a toooda la Humanidad, un hecho insólito que sin duda nos tiene que hacer reflexionar sobre la moraleja que acompaña lo vivido.
Ójala que dentro de las peticiones que le hagamos al nuevo año, incluyamos cosas como ser más respetuosos con la naturaleza, ser más honestos con nosotros mismos y con los demás, ser menos excluyentes, más tolerantes y lo más importante, ser menos egoistas, egocentristas y narcisistas para recuperar este Mundo como gran legado a nuestros hij@s.
Creo que éste Mundo nos ha dado un gran toque de atención, una llamada a la cordura, un aviso importante de que él siempre será más poderoso que cualquier persona, y es necesario que tod@s y cada uno de nosotr@s seamos conscientes de ello para que el cambio de rumbo llegue a ser una realidad.
Juzguemos éste año desde todos los prismas para conseguir que 2021 no solo sea el año de la vacuna intravenosa si no también sea el año de la vacuna ética y moral.