Y de repente salió el día perfecto para hacer la Ruta de Áticos de la Gran Vía, si, porque si hay que elegir quién no se quedaría con un día que hace 22º y con un ambiente perfecto.
Si además te llevan a recorrer algunas de los áticos más alucinantes de la ciudad, pues miel sobre hojuelas.
Y eso es lo que hicimos desde primera hora, ir visitando algunas de las terrazas desde donde la perspectiva de la ciudad cambia totalmente y se descubre un nuevo Madrid que incluso llega a costar conocer.
Además, con la suerte de poder observar la Gran Vía desde diferente ángulos y de manera privilegiada.
Sensaciones especiales que hemos podido disfrutar en cada momento tocando el cielo de Madrid en un ambiente relajado, distendido y repleto de anécdotas.
Si a esto le unimos que hemos dado a conocer todos los secretos de la mitología de las alturas, ésta ruta se convierte en un recorrido único que a día de hoy nadie más que nosotros puede ofrecer.
Gran colofón para una temporada increíble, lleno de sobresaltos pero que sin duda nos ha hecho crecer como nunca antes lo habíamos hecho.