Se habían creado grandes expectativas sobre esta ruta campestre por el sendero del Río Cofio y en honor a lo ocurrido debemos decir que se han cumplido con creces.
Así es, porque todo acompañó desde el primer momento, gran temperatura acompañada de una brisa que estuvo presente durante toda la jornada, lo que nos permitió sobrellevar con nota los momentos más álgidos de calor.
Fue llegar al primer tramo de la ruta y poder tener una visión completa de todos los montes que nos rodeaban, las estribaciones de Gredos como paraje donde sentarse a pintar un cuadro.
Pero no queda ahí la cosa, la bajada hacia la ribera del río Cofio fue espectacular y más aún cuando llegamos a la parte baja donde pudimos observar al río en su curso plácido y lleno de vegetación.
El lugar perfecto para llevar a cabo nuestro macro-aperitivo de medio camino que hace feliz el alma y el estómago.
Una vez con las fuerzas renovadas, en marcha para hacer la segunda mitad de la ruta que entre pinos, arroyos y senderos nos devuelve al punto de origen desde el que desplazarnos hasta el mirador natural donde establecimos nuestro salón-comedor más selecto.
Y después de una soberbia comida y mejor sobremesa, concluimos una jornada campestre de primer nivel que sin lugar a dudas dejó un dulcísimo sabor de boca a las 17 personas que nos acompañasteis durante todo el día.
En resumen, un día de lo más completo que nos llevó a disfrutar del campo y de la comida a partes iguales.