Menuda de la que nos salvamos ayer porque por suerte y con la gran ayuda del tiempo pudimos realizar la Ruta de los Molinos.
Y no solo que la pudimos hacer, si no que encima terminó siendo un precioso día otoñal en el que andar por el campo fue el mejor regalo del fin de semana.
Claro que si a todo esto le añades que la mañana nos permitiese hacer nuestra famosa parada de repostaje en el más cordial de los ambientes, nos permitiese recorrer el cañón del río Perales y pudiésemos escuchar el correr de sus aguas, la ruta se tornó en una de las más bonitas que se pueden hacer por la Sierra Oeste de Madrid.
Un gustazo para los sentidos que además completamos con la visita al bonito pueblo de Colmenar del Arroyo y finalizamos con un cocido digno del mejor restaurante de esta especialidad en Madrid.
En conclusión, un magnífico día en la mejor de las compañías que estamos seguros que a tod@s l@s presentes les encantó.