Es llegar el otoño y ver Madrid en plenitud, sobre todo cuando recorres con la Ruta de las Diosas las calles más céntricas de la ciudad.
Y si no que se lo pregunten a cualquiera de las 20 personas que nos acompañasteis, porque congeniar un día fantástico con un entorno increíble y con historias que siempre logran sacar una sonrisa, es crear la mañana perfecta.
Una ruta en la que hemos contado con la inestimable presencia de la mismísima diosa Cibeles, a través de la cual hemos logrado conocer la mitología de sus leones, también hemos conocido las grandiosas historias de los Palacios que la rodean, incluso aquellas más tenebrosas, y hasta han salido a la luz los grandes secretos del Banco de España.
Pero no solo eso, porque también han sido protagonistas esas famosas figuras llamadas Las Cariátides, esas que llevan viendo desde su lugar privilegiado cómo ha ido cambiando Madrid a lo largo del último siglo.
Sin olvidarnos de esas dos diosas, Minerva y Atenea que están en las alturas protegiéndonos de todos los males y que nos seguirán acompañando toda una eternidad.
Claro que si a todo esto le unes la increíble belleza de los edificios de la Gran Vía, cada aportando su toque exclusivo y especial, es cuando puedes explicarte por qué esta ruta es una de las que más les gusta a tod@s l@s que nos acompañáis.
Sin duda una mañana para recordar y para disfrutar de todos los monumentos que nos rodena y que tantas veces nos cuesta apreciar.